¿De qué trata La Nueva Ciencia?

Desde que Einstein en 1905, muy a su pesar, se vio obligado a descalificar el concep­to de éter, la física teórica y la ciencia en general entró en crisis. Tras la carismática teoría de la relatividad apareció la mecánica cuántica y el Big Bang; más recientemente la “teoría” del caos y las supuestas ondas gravitacionales. La física se volvió más estadística que conceptual y la tecnología investigativa se basó en “máquinas” gigantescas y carísimas: los aceleradores de partículas. Pero se perdió la simpleza y pureza de pensamiento, propio de los primeros grandes científicos. ¿Qué diría hoy un Newton o un Galileo del estado actual de la física? ¿Qué pensaría un Kepler del enorme bagaje de datos que los vuelos espaciales nos han proporcionado, mientras el modelo del Universo es cada vez menos armonioso y más incoherente?

Entre los genuinos amantes de lo científico, existe una inconfesa sensación de frustración y de impotencia…

La Nueva Ciencia pretende reivindicar los excelsos fines de la Ciencia, exponiendo un vasto conjunto de novísimas nociones, con una mirada muy renovadora, original y coloquial, a pesar de lo atípico de sus conceptos.